El gesto se da después de que Proteo, un perro rescatista mexicano, falleciera mientras hacía su trabajo entre los escombros tras el siniestro que dejó más de 50.000 muertos.

México y Turquía han inaugurado este martes lo que bien puede llamarse la diplomacia canina o diplomacia del perro, con la llegada al país norteamericano de un cachorro de pastor alemán donado por el Gobierno turco. El pardo can de grandes ojos que pueden derretir a cualquier amante de los perros aterriza en territorio mexicano para ocupar el puesto de Proteo.

El perrito ha sido recibido con honores al aterrizar en México. La puesta en escena es digna de los mexicanos, apasionados con el trabajo de estos animales que han rescatado muchas vidas tras los terremotos que de cuando en cuando azotan al país dejando una estela de muerte y destrucción.

Un sonriente oficial mostraba esta mañana al cachorro, que se veía despistado ante tanto quilombo. Detrás del oficial y el perro las autoridades de Ejército y la Fuerza Aérea montaron un enorme escudo, en el que se leía en grandes letras un “Bienvenido a casa”. Otro mensaje melindroso saludaba a los presentes en el acto: “Un héroe se va, pero otro sigue su legado”. Y, cómo no, una imagen del fallecido Proteo que se difumina para dar paso al heredero de sus esfuerzos.

El siguiente paso tras la llegada a México del cachorro es buscarle un nombre adecuado. El Ministerio de Defensa ha iniciado una consulta en Facebook. La gente tiene que decidir entre Proteo II o los nombres turcos Arkadas, que significa amigo, o Yardim, ayuda, en turco. La publicación contaba con más de 12.000 interacciones durante la mañana del martes.

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